Los grandes sponsors colombianos.
El pelotón rueda deprisa acercándose al comienzo del puerto de montaña. Hay nervios entre los más fuertes de la carrera por ver cómo responderán al cambio de desarrollo y la llegada de las dificultades orográficas. La carretera se empina y parece haber una calma tensa entre todos. De repente, un par de ciclistas morenos y de cuerpo afilado saltan por un lado. Después otro y otro más. En poco tiempo todo se ha roto, y multitud de corredores colombianos transitan entre las primeras unidades de la carrera.
Este escenario, que le resultará familiar a cualquiera que haya conocido el ciclismo de los años ochenta, se repetía cada vez que aparecía la montaña en alguna gran vuelta. Era entonces cuando los colombianos encontraban el lugar apropiado para expresarse atléticamente. Eran esas montañas las que ellos domaban con aparente facilidad, llevando desarrollos imposibles, e introduciendo un elemento nuevo e imprevisible en el anquilosado ciclismo europeo. Y todo ello lo hacían vistiendo los colores de algunos de los equipos más legendarios que han existido en los últimos treinta años de ciclismo.
El principal de ellos es, cómo no, el mítico Café de Colombia. Y este equipo, a su vez, aparece unido de forma indisoluble a la figura del mejor escalador que jamás haya visto Colombia: Lucho Herrera. Fue de la mano del “Jardinerito” como los colombianos desembarcaron en Europa de forma masiva, tras los primeros tímidos intentos de gente como Patrocinio Jiménez. Pero fue el talento del ciclista de Fusagasugá el que hizo decidirse a Jacques Goddet para invitar al Café de Colombia al tour de Francia. Allí su maillot blanco con los colores de la bandera del país, sus bicicletas con la cinta del manillar amarilla y las figuras morenas y delgadas saltando en cada puerto de montaña se hicieron muy pronto reconocibles para el gran público, aportando un toque nuevo de color y exigencia atlética al anquilosado ciclismo europeo, que veía en esos años ochenta como la globalización llegaba también a este deporte centenario.
Al amparo de este éxito pronto surgieron otros equipos para albergar a las nuevas hornadas de una cantera que parecía ser inagotable. Así empresas como Varta, Postobón o Ryalcao patrocinaron nuevos conjuntos en los que corrieron hombres tan conocidos como Fabio Parra o Álvaro Mejía.
Los Grandes Sponsors Colombianos. 1
Los ciclistas y equipos colombianos tuvieron su época dorada en los años ochenta, y al final de esta década su suerte fue decayendo poco a poco. Se llegaba a unos años donde siempre hubo algún colombiano entre los grandes del ciclismo mundial, pero éstos corrían en Europa, y los equipos colombianos más potentes apenas salían de su país. Algo que comenzó a revertirse, puede que de forma definitiva, hace unas temporadas, cuando el Café de Colombia volvía a la primera línea de este deporte, esta vez copatrocinado por el propio gobierno del país americano, y bajo la denominación de “Colmbia es Deporte-Café de Colombia”. Es de esperar que los recientes éxitos de los ciclistas colombianos, especialmente el esperanzador futuro de un hombre ya consagrado como Nairo Quintana, vuelvan a traer de forma masiva a las carreras a los recordados escarabajos y a sus equipos.