¿Qué desayunar para el entrenamiento?
La mayoría de nosotros intentamos disfrutar de nuestro ejercicio de entrenamiento a primera hora de la mañana, siempre que las obligaciones nos lo permiten. De esta forma podemos contar con más horas para pedalear sin peligro de quedarnos sin horas de luz…y eso siempre es un placer para el cicloturista.
Pero, de esta forma surge inevitablemente la pregunta de qué debemos desayunar antes de salir con la bicicleta. Hasta hace no muchos años había ciertas personas que abogaban por salir en ayunas para conseguir afinar un poco de peso. Esta idea, en gran parte errónea, la trataremos en otro artículo. Ahora te vamos a contar qué puedes, qué debes y qué no tienes que comer en el desayuno. Ah, y cómo hacerlo, que es casi tan importante como lo anterior.
Primero vamos a centrarnos en el pre-desayuno. Te acabas de levantar y lo ideal sería que bebieras una considerable cantidad de agua, mejor si no está muy fría, para rehidratarte después del sueño. También es el momento adecuado para que consumas una o varias pieza de fruta, ya que la misma no se debe juntar con el resto del desayuno. Intenta no mezclar frutas, no exprimirlas (porque pierden parte de su aporte en fibra) y, sobre todo, huir de los insanos zumos comerciales, fuentes gigantes de azúcares.
Bien, el siguiente paso, al menos en España, suele ser la infusión…¿té o café? Evidentemente es mejor el primero, por resultar más digestivo y tener un menor aporte en excitantes (teína por cafeína). En el caso de preferir el café deberíamos cuidarnos de no tomar demasiados al día (no más de dos o tres). Igualmente es mejor tomarlo solo que con leche, porque esta puede hacer más pesada la digestión.
A la hora de consumir alimentos debemos cuidarnos de incluir algo de cada grupo, esto es, carbohidratos, lípidos y proteínas. Entre los primeros lo más habitual es recurrir al muesli, intentando evitar los cereales más industriales cargados de azúcar, o pudiendo sustituirse el mismo por galletas o pan. Tendremos que cuidar especialmente, en este y otros grupos, la calidad de los alimentos a ingerir, para conseguir una mejor digestión y un correcto aporte de energía.
Las proteínas más utilizadas son las pechugas de pavo y el jamón de york. En ocasiones podemos no tener demasiadas ganas de comer fiambre tan temprano, pero resulta importante ingerir algo, aunque sea poco, durante el desayuno. Por último dentro de los lípidos podemos centrarnos en frutos secos o, aun mejor, en un poco de aceite de oliva virgen extra sobre la rebanada de pan, con lo que cubriríamos dos de los grupos alimentarios de una manera excelente.
En cuanto a cómo consumir el desayuno es importante tomárselo con calma. Deberá hacerse sentado, con tranquilidad, masticando adecuadamente para evitar problemas gástricos y una dosis innecesaria de estrés mañanero. Y sobre todo nunca, nunca, debemos saltarnos el desayuno.
De esta forma ya estamos preparados para salir a entrenar. Ahora si las piernas no nos responden será por culpa sólo nuestra y no de un mal desayuno.